Se trata de una intervención en el entorno de la Iglesia de San Lucas, de forma que su ábside quede incorporado al patio de manzana generado por el proyecto.
La irregularidad de la medianería es asumida por el proyecto mediante una decidida y clara implantación en L. Uno de los brazos de la misma construye la alineación al vial, el otro se introduce en la manzana generando dos patios desiguales. El mayor, presidido por el ábside de la iglesia, y el menor permite ventilar e iluminar las viviendas de esa ala a dos fachadas. A los brazos de la L se adosa una galería portada que da acceso a las viviendas por planta del nivel inferior y a los duplex en planta primera.