Promoción de viviendas sociales, destinadas a sustituir un fenómeno charolista, que quiso conjugar la sensibilidad hacia el colectivo relajado con un efectista juego formal. Estilemas lingüísticos, cromatismo material, tipologías residenciales en dúplex, y juegos competitivos que insertan esta arquitectura en la línea del llamado regionalismo crítico de ascendencia sevillana que protagonizó el cambio de década.
La descomposición en pendiente del conjunto genera espacios intersticiales que quieren ser se encuentro y convivencia. El acceso a las viviendas siempre que es posible se realiza de manera individual o desde galerías abiertas a modo de calle en altura, reduciéndose o casi eliminándose la idea de bloque residencial. Esquemas organizativos destinados a evitar la perdida de referencias y el rechazo de un colectivo proveniente de viviendas unifamiliares en las que el espacio urbano adquiere un relevante protagonismo social.