En el poblado de Sancti-Petri, existió una almadraba. Un eje interno lo recorre de Sur a Norte con una gran arboleda de algarrobos y palmeras. Al poblado lo imitan los caños del Algarrobal y de Sancti-Petri. Paralelo a este ultimo discurre la calle Rivera desde la que se accede al muelle donde se sitúa la capitanía. Rodean al poblado un mundo de marismas que forma el parque natural. El resto del poblado, casi abandonado y en degradación, esta compuesto por edificios de arquitectura fabril de una y dos plantas con cubiertas de aguas de teja cerámica plana. Al sur-Este fuera del caño y sobre el farallón Grande, se observa el Castillo de Sancti-Petri, con esa imagen inicia de construcción que emerge del mar. La tradición recoge que allí estuvieron situadas las columnas de Hercules. Existía un eje que una Cadiz con el Castillo, una antigua vía que podría identificarse como el mítico camino que recorrió Hercules y que mas tarde los romanos transformaron en la Vía Augusta.
El muelle aparecia ocupado por casetas modulares prefabricadas que conformaban una paisaje abigarrado con un gran desorden visual. Había que mantener las del Bar y el Taller en reparación de embarcaciones situadas en la calle Rivera y se desmontaron las del vértice Noe-Oeste. Para dejar alguna zona despejada del muelle, se construyeron los edificios de la capitanía y de los aseos en esta zona, cercano a los limites del muelle. Con esta situación se consigue que la capitanía este cercana al caño, facilitándose las tareas de vigilancia; que tenga desde el interior excelentes vistas para los usuarios, actuando de limite de la zona de llegada del personal y que el edificio sea fácilmente reconocible desde el exterior. Ademas desde allí parte el pantalán lo que ca a facilitar la utilización de los servicios de atraque, aseos y lavandería por parte de los usuarios de las embarcaciones.
Los edificios son ortogonales entre sí. El de capitanía, de dos plantas, en su zona central y en dirección al mar situada la escalera que permite compartimentos dependencias a ambos lados en las dos plantas. El de aseos es una planta con un gran muro ciego dando al interior del muelle que dirige al visitante.
Ambos edificios se separan para permitir el flujo peatonal entre ellos y entre los limites del muelle. Una losa de hormigón de apoyos a veces no reconocibles unifica la actuación. Una terraza mirador exterior se separa del edificio de capitanía para permitir siempre la visión completa de la fachada. Los recorridos desde el interior a través de la escalera, del corredor del espacio a doble altura y de la terraza mirador generan un paseo que termina con las hermosas vistas al caño y al Estilo de Sancti-Petri. Los grandes paños de vidrio iluminados por la noche desde las persianas y celosías de aluminio harán visible al edificio desde las embarcaciones, como un faro.