Construir una casa llena de luz y de sombra bien acordadas.
Construimos unas tapias muy altas, de 8 metros, sobre un rectángulo de 33×18 metros del que cubrimos la banda central de 9×18 metros. Levantamos el techo del cuadrado central de 9×9 hasta alcanzar la altura de 8 metros de las tapias. Para llenar ese espacio central de sombra abrimos sus dos costados delante y detrás creando unos porches de 3 metros de profundidad, que protegen estos huecos del sol y atemperan la luz. A ambos lados, dormitorios y baños.
En el patio de delante, el de entrada a la casa, cuatro naranjos marcan el centro y el eje principal, flanqueados por tapias bajas que esconden zonas de servicio. En el patio posterior, otros cuatro naranjos alineados. Y al final, excavada en la tierra, una alberca con agua de lado a lado.
Una casa que es una penumbra luminosa construida.