Respeto, sensibilidad y una romántica visión del pasado, guían esta intervención sobre una antigua casa burguesa entre medianeras desarrollada en torno a un patio principal con huerta trasera.
La respuesta al programa establece dos partes perfectamente diferenciadas aprovechando la posibilidad que brindaba la doble fachada de la edificación existente. El uso clínico se sitúa en la construcción rehabilitada liberando la huerta trasera como espacio vacante para resolver la vivienda y el encuentro entre ambos usos.
El nuevo volumen que acoge a la vivienda se desarrolla según un esquema lineal en dos plantas, com un elemento de distribución medianero y estancias dando al nuevo patio. La conexión entre la crujía común y l nueva pieza se le confía a una escalera de tres tramos que resuelve los accesos a los dos niveles superiores previstos.
De cara a garantizar la necesaria intimidad y con la intención un tanto romántica de alargar el carácter de trasera de tapias que sin duda aun conserva la calle, se apostó por el mantenimiento del muro del antiguo huerto y por el diseño anónimo del volumen de nuevo planta, garantizando de esta manera su integración en el entorno.
Finalmente, y con el fin de introducir La Luz natural en el interior de las estancias, se diseñó una celosía de piedra traslúcida, que filtrando La Luz no impidiera la visión directa del exterior, al tiempo que garantizara la necesaria privacidad y seguridad.
En todo momento se ha apostado por un contenedor neutro, homogéneo y coherente, en donde el contraste entre los materiales, pocos y nobles, sea el que le confiera su propio carácter.