Se trata de uno de los dos “prototipos experimentales” que la Fundación Leoz llevó a cabo en le ´terminó municipal de Jerez, de los cinco existentes en la provincia, y probablemente el más interesante de todos en cuanto a su resolución formal. La seria constituye un ensayo único y pionero en la provincia por llevar a cabo hasta us últimas consecuencias los sistemas de prefabricación en la construcción. Si una de las metas definidas de la arquitectura moderna fue intentar aproximar la construcción a la producción industrial, con los experimentos Leoz esa meta ha estado muy cerca en la provincia de Cádiz.
Los colegios Leoz son el resultado de elaborados procesos de análisis en base al “aula como molécula básica tanto a efectos resistentes como funcionales”, de las cuales se deriva una estudiada y compleja estructura de soportes y vigas cruzadas de acero, que define una rigurosa trama modular que minimiza costes y maximizan las posibilidades funcionales. Esta estructura se complementa con forjados de hormigón presentados y paneles prefabricados para la tabaquería y de tipo sandwich de chapa galvanizada para los cerramiento. Todo orientado hacia la consecución de una estricta modulación, una máxima flexibilidad y una mayor capacidad de adaptación del prototipo a cambios y ampliaciones.
En el presente ejemplo “se ha optado por un agrupamiento modular determinado por la adopción del hipercubo como molécula generadora básica. Se da así una disposición periférica de aulas que vierten a amplias superficies comunes que reemplazan a los tradicionales pasillo”. La edificación se adapta a la fuerte topografía del solar, en un desarrollo lineal y abierto. “Una circulación modo de calle interior atraviesa el centro relacionando los distintos niveles”.
El resultado de la estricta modulación y prefabricación es un edificio sorprendente, aún hoy de una grana actualidad, y de un gran atractivo formal.