El proyecto comprende tres zonas perfectamente diferenciadas, correspondientes a aulas, zonas de recepción (iglesia y salón de actos) y convento de la comunidad. Tres zonas que configuran una disposición en aspa canónica del Movimiento Moderno. El acceso principal articula los tres brazos. Organización funcional moderna y racional en una edificación de gran calidad material, y atractivo resultado formal. La diferenciación funcional se traslada al distinto tratamiento formal que recibe cada brazo, la piel de ladrillo visto homogeneiza el conjunto a la vez que actúa de fondo sobre el que resaltan los efectos plásticos de sus elementos principales, de referencias modernas reconocibles: el brisoleil vertical de las aulas, la galería conventual o la liviana balconada en esquina.
La estricta racionalidad de las aulas convive con una interesante relectura del mundo conventual y el espacio claustral. Las dependencias de la comunidad se organizan en torno a un conjunto de terrazas, a dos niveles, abiertas al jardín a través del atractivo juego de transparencias que proporciona la galería en fachada.
El brazo previsto para capilla no se llegó a a construir, habiéndose ejecutado muy recientemente como pabellón polideportivo.