Programa comprendido por: centro de culto, salón parroquial o centro de juventud, viviendas para el párroco y el coadjutor. Se resuelve con una “Arquitectura que asume la responsabilidad de la apertura estética y formal de los edificios religiosos a las nuevas corrientes estéticas”.
El uso del hormigón como único elemento de construcción de la Iglesia y la inexistencia de elementos ornamentales que oculten la realidad de la función de la estructura, configuran la imagen del edificio.
La estructura se resolverá mediante un forjado plano de nervios de hormigón armado cruzados en los dos sentidos y piezas cerámicas de 60×60 con losa de borde de hormigón armado; los corrimientos estarán formados por paramentos prefabricados “in situ” de hormigón abujardado por sus dos caras.