Junto a los edificios del Cine Municipal y Almacenes Hermu contribuye a formar el más rico y acertado espacio urbano moderno en el casco gaditano: la Plaza del Palillero, aunque su posición, ya en el interior de la calle Novena, impide que se muestre de manera completa.
Frente a los edificios anteriormente mencionados, ofrece una lectura menos expresionista de la forma, ya que al encontrarse encerrado hacia medianeras, en un solar irregular y constreñido, el gesto arquitectónico necesariamente se modera. El edificio, de siete plantas, destina a usos comerciales la planta baja y la entreplanta, mientras que las restantes tienen una función residencial, con una vivienda por planta. El proyecto original, fechado en 1938, no contaba con entreplanta comercial. El proyecto finalmente desarrollado incorporó dicha entreplanta, más una planta adicional de viviendas.
La planta baja y la entreplanta presentan un revestimiento continuo, mortero de color oscuro que ha cambiado a un tono claro en una reciente renovación. Sobre esta planta comercial, un pequeño vuelo permite avanzar la fachada en las plantas superiores de viviendas. Haciendo suyos los postulados sobre la fenêtre en longueur, los huecos horizontales de las viviendas hacia la calle constituyen un manifiesto de modernidad hacia el espacio público, ciertamente desvirtuado por el extraño cromatismo que actualmente posee la fachada. El contacto con la finca medianera en la calle Novena se resuelve con balcones volados, que mitigan la transición de alturas.