Construcción industrial, periférica, en la que a consecuencia de su localización al borde de un nudo de fuerte confluencia de tráfico “la parte arquitectónica juega un papel menos abstracto que el usual en naves industriales”. No queriendo renunciar a una fuerte estética fabril, la arquitectura se hace sincera, brutaliza, los corrimientos de extracción industrial y la potente estructura se manifiestan en su cruda desnudez tanto al exterior como al interior. El resultado es un volumen nítido, reconocible, con una fuerte y casi agresiva impronta.
De las tres viviendas proyectadas sólo se construyeron dos, transformadas hoy en oficinas.