Se trata del primer gran parque realizado en la ciudad, al nordeste del centro histórico y junto al acceso a Jerez desde la carretera de Madrid, con una función polivalente de espacio para feria de ganado y recreo público. Actualmente es donde se celebra la Feria del Caballo, manteniéndose el mismo emplazamiento que el original de la feria de ganado, aunque incorporando las reformas desarrolladas durante el siglo XX.
Sobre una vasta extensión cuadrangular se sitúan tres grandes paseos; el de las Palmeras, que se abre frente a la Avenida del Alcalde Álvaro Domecq; y dos que lo atraviesan perpendicularmente: el del Real, que prolonga la calle General Varela, y el llamado paseo Nuevo, que es prolongación de la calle Córdoba al interior del parque. Entre estos paseos se inscriben otros menores. En los ángulos formados por los paseos de Las Palmeras y El Real se sitúan los jardines de La Rosaleda y El Bosque, que destacan por su vegetación de gran porte y su frondosidad.
Los jardines de la Rosaleda, al sur, se articulan en torno a un paseo central que lo atraviesa diagonalmente, provisto de setos y bancos, y a cuyos lados se abren caminos entre la arboleda. Este paseo central culmina en el Casino Jerezano, pabellón de estilo modernista construido en hierro fundido por el arquitecto municipal, Francisco Hernández Rubio, en 1903. Los jardines del Bosque se localizan al norte, y su diseño se aleja de la axialidad de la Rosaleda, para inspirarse en la tradición pintoresquista inglesa. Al norte de estos jardines, junto a la avenida del Ejército, se situaba un pabellón circular, actualmente desaparecido.
En la intersección entre el paseo de las Palmeras y el paseo Nuevo, en el recinto ferial, se ubica la llamada caseta Municipal, pabellón gemelo al Casino Jerezano, también construido por el mismo arquitecto. A espaldas de este pabellón, se sitúa el Palacio de Exposiciones y Congresos.