El conjunto se compone de una torre de telecomunicaciones y un edificio destinado a Servicios Telefónicos, sobre un solar con tres fachadas siendo la principal la que se ofrece a la avenida Fernández Ladreda.
La ocupación neta de la parcela trapezoidal determina un volumen que se desdobla, por un lado, en un prisma de base rectangular de seis plantas de altura volcado hacia la avenida que asume la mayor parte del programa, y por otro, un cuerpo de tres alturas de planta trapezoidal que completa la geometría de la parcela, que hace las veces de gran atrio asumiendo el sistema de relaciones entre el basamento de la torre, el edificio y la calle.
Este atrio, situado hacia la calle Santa María de la Soledad, se cierra no obstante hacia el espacio público, iluminándose de forma indirecta a través de las propias oficinas, que se asoman al vacío a través de un muro cortina que hace de fachada interior, y de un sistema de lucernarios circulares en cubierta. El espacio, a través de la luz, refuerza su protagonismo como núcleo de las circulaciones del edificio, con la presencia de la escalera helicoidal, la base de la torre y las pasarelas hacia las oficinas.
Atravesando la cubierta de este volumen que contiene el atrio, la torre se alza una altura total de 114 metros sobre el suelo, que evita el efecto pantalla de recepción de ondas que suponen las dos torres de transmisión eléctrica de Matagorda y Puntales. La planta del vástago de la torre, construida en hormigón armado, tiene forma de lágrima que apunta su vértice hacia el oeste, reduciendo la incidencia de los vientos predominantes.
Volando a partir del centro del sector circular de la planta, se despliegan seis plataformas de planta circular, también construidas en hormigón armado. El espacio entre la cuarta y la quinta plataforma se cierra para ofrecer un mirador hacia la costa, la ciudad y la bahía. Sobre la sexta plataforma situada encima de este mirador, ocho pilares de hormigón armado, zunchados con una última plataforma a un tercio de su altura y con un anillo de hormigón armado en la coronación, ofrecen el apoyo necesario a la esbelta estructura metálica donde se sitúan las antenas superiores de comunicaciones. Debido a la asimetría en planta del vástago, la torre ofrece una imagen variada dependiendo del ángulo de observación desde la calle.
El edificio técnico se destina básicamente a oficinas para Telefónica, incorporando a su vez las salas de equipamiento necesarias para el servicio de la torre de antenas. Las oficinas responden al esquema de planta libre, delimitándose sólo aquellos recintos destinados a cuadros directivos y de servicios, así como todas aquellas funciones que por su carácter específico precisen de un espacio acotado.
En lo relativo al tratamiento formal del volumen del edificio técnico, es de reseñar la presencia de un cuerpo semicilíndrico en la esquina, que se proyecta hacia la avenida a partir de la planta segunda del edificio, y que recuerda poderosamente a las soluciones expresionistas en curva de los edificios de Erich Mendelsohn en la Alemania de entreguerras. Junto a este volumen, la fachada hacia la avenida abre cinco grandes huecos verticales entre las plantas primera y segunda. Las plantas tercera y cuarta se abren hacia el mar cada una con un hueco horizontal alargado. En la planta quinta, este hueco horizontal aumenta en altura y se proyecta hacia el exterior como balcón, vinculándose
Cornisas de hormigón armado visto rematan las líneas de huecos a la altura de los dinteles, actuando de parasoles. Constituyen la única variación material en una fachada construida íntegramente con revestimiento de piedra ostionera. El acabado de la piedra es rugoso para la totalidad de la fachada, puliéndose exclusivamente para revestir el cuerpo semicilíndrico de la esquina.