En 1970 se levanta este edificio de viviendas para oficiales militares, según proyecto de 1966 de Calixto del Barrio, en sustitución de cuatro pabellones previos alineados según la avenida de la República Argentina, esquina a la de Medina Azahara, y pertenecientes al estamento militar desde el siglo anterior.

El borde occidental del Conjunto Histórico está conformado por una estructura lineal de jardines con amplias avenidas laterales, la más oriental llamada de la Victoria y la otra de la República Argentina. Ambas con una sola fachada edificada de similares valores urbanísticos, y distantes, una frente a la otra, unos 170 metros.

La reconversión en la década de los 60 de las alturas en el borde del casco, esto es, en la avenida de la Victoria, de las alturas de la edificación que pasaron en pocos años de las tres plantas a las ocho actuales, tuvo su reflejo en la fachada frontal. La parte de pabellones militares que daban a República Argentina -cuatro edificios de tres plantas de características cuarteleras propias del XIX- jugaron igual suerte pero con un entendimiento de su papel urbano verdaderamente singular.

Las ocho plantas concedidas al Patronato de Casas Militares para construir 168 viviendas para jefes y oficiales fueron aprovechadas por Calixto del Barrio para levantar un edificio autónomo, a pesar de contar con un solar rectangular muy longitudinal (168 x 17,5 metros) con alineaciones en dos de sus lados ortogonales (la esquina de las avenidas de República Argentina y Medina Azahara). La independencia con respecto a otras edificaciones y posibles medianerías y la situación de las preexistencias, también exentas en su parcela, prevalecieron como forma de ocupación. De ese modo plantea un solo volumen, con planta baja dedicada a locales comerciales más siete dedicadas a viviendas, con tensión dominante paralela a la del solar, o sea, a la avenida principal.
Pero la excepcionalidad se derivará al no considerar la estructura organizativa con una geometría homotética a la forma del terreno. La búsqueda de un invariante cordobés -el patio- y de la más enriquecedora orientación posible, le lleva a Calixto del Barrio a probar una atrevida y acertada solución basada en la oferta de las posibilidades de organización espacial que se logran de las distintas mallas estereométricas, método ensayado por aquel entonces por las corrientes metabolista y brutalista.
El giro de 45º de sus líneas principales, la composición modulada, la fuerza de las formas cúbicas y el desfase alternativo de cada planta con respecto a la anterior, dotan al edificio de una expresividad volumétrica excepcional, reforzada por el dramatismo de las sombras.
Se proyectan siete tipos de vivienda distintos, correspondiendo todas a un perfil muy parecido, donde el giro en la disposición de los espacios no se notará en el interior de la vivienda, excepción hecha de la espina de patios y núcleos de escaleras. Una trama de líneas ortogonales girada esos 45º con respecto a alineaciones organiza espacios limpios de proporciones armoniosamente rectangulares. Y la vivienda tiene como motivo principal una gran terraza cuadrada abrigada en dos lados contiguos, abierta al aire sus otros dos lados; aquella que preconiza el autor -con acierto- como un directo referente del patio andaluz. Una inadecuada tendencia a cerrar este magnífico lugar comienza a producirse.
El edificio no distingue jerarquías de posición de las fachadas, habiéndose tratado todo su exterior -toda la fachada es la envolvente del bloque- de manera idéntica. El cerramiento previsto en proyecto era enfoscado, se resolvió en la obra con aplacado de piedra caliza y recientemente ha vuelto otra vez al enfoscado. La disposición de las ventanas como fisuras verticales próximas a las esquinas, pero dominando la masa del volumen de los blancos cubos -reforzado por el apersianado de los huecos, resuelto con lamas horizontales giratorias blancas-, ofrece un juego de claroscuros que contrasta hábilmente con la unidad del edificio, al que el movimiento de la volumetría no le roba sentido a la continuidad de la lectura, haciéndose el edificio presente en la avenida, sabiéndose relacionar con ella.
El “Habitat” para la Exposición Universal de Montreal lo realizaría Moshe Safdie un año más tarde (1967) que Calixto del Barrio proyectara este edificio para Córdoba. Lo que indica la sintonía global en la búsqueda (y en la formalización) de las mejores soluciones que el pensamiento del momento requería para la Arquitectura.
Poco antes, Alison y Peter Smithson lanzaban la idea del brutalismo como la fórmula de expresión más sincera para proyectar. Archigram y los japoneses lo relacionaban con el metabolismo como la aplicación del mundo tecnológico a las estructuras orgánicas.
La formulación de la organización espacial según estructuras malladas y geométricas se había convertido en un ensayo desde muchos posicionamientos. Nuno Portas, desde Portugal, lanzaba métodos que establecían diagramas y organigramas para la funcionalidad y para ordenar, jerarquizar y racionalizar las relaciones.
La singular presencia de este edificio en Córdoba parece indicar una sintonía contemporánea de más avanzado alcance que la media proyectual de la época.

Dirección postal

Nuestra dirección:

República Argentina. Córdoba

GPS:

37.88657222359943, -4.785247778886969

Cómo ir

Extensión del artículo

Autor/es

Calixto del Barrio de Gándara

Fecha de proyecto

1966

Fuente

Archivo del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico. DAROCA BRUÑO, Francisco, Registro Andaluz de Arquitectura Contemporánea. Provincia de Córdoba. Pabellones Militares, 2007.